Al mal paso darle prisa

¿Qué es lo que te mueve, lo que te inspira, lo que te apasiona? ¿Qué es lo que quieres lograr en tu vida y por qué? ¿Qué es lo que te hace levantarte cada mañana con ilusión y energía? ¿Qué es lo que le da sentido a tu existencia?

Estas son algunas de las preguntas que te ayudarán a descubrir tu visión y tu propósito. Tu visión es la imagen mental que tienes de tu futuro ideal, de cómo quieres que sea tu vida en todos los aspectos: personal, profesional, familiar, social, espiritual, etc. Tu propósito es la razón de ser de tu visión, el porqué de tus sueños, el para qué de tus metas.

Tener una visión clara y un propósito es fundamental para superar los obstáculos de la vida con optimismo y resiliencia. Porque cuando tienes una visión clara y un propósito, sabes hacia dónde vas y por qué vas. Sabes cuál es tu destino y cuál es tu camino. Sabes cuál es tu norte y cuál es tu brújula.

Cuando tienes una visión clara y un propósito, tienes una guía, una dirección, una orientación. Tienes un foco, una motivación, una inspiración. Tienes un reto, una oportunidad, una ilusión.

Cuando tienes una visión clara y un propósito, los obstáculos se convierten en desafíos, las dificultades en aprendizajes, los problemas en soluciones. Cuando tienes una visión clara y un propósito, no te rindes ante las adversidades, sino que las enfrentas con determinación y confianza. Cuando tienes una visión clara y un propósito, no te conformas con lo que tienes, sino que buscas lo que quieres.

Pero ¿cómo puedes definir tu visión y tu propósito? ¿Cómo puedes saber qué quieres lograr en tu vida y por qué? ¿Cómo puedes crear tu futuro ideal y tu razón de ser?

Para ello, te propongo tres pasos:

¿Qué quieres lograr en tu vida y por qué?

Cómo definir tu misión, tu visión y tus valores.

Cómo alinear tus acciones con tu propósito.

Veamos cada uno de ellos con más detalle.

– ¿Qué quieres lograr en tu vida y por qué?

El primer paso para definir tu visión y tu propósito es preguntarte qué quieres lograr en tu vida y por qué. Es decir, cuáles son tus sueños, tus aspiraciones, tus deseos. Y también cuáles son las razones que te impulsan a perseguirlos, los beneficios que te aportan, los sentimientos que te generan.

Para responder a estas preguntas, puedes hacer el siguiente ejercicio:

Toma una hoja de papel y un bolígrafo.

Escribe en el centro de la hoja la pregunta: ¿Qué quiero lograr en mi vida?

Alrededor de la pregunta, escribe todas las respuestas que se te ocurran, sin censurarte ni limitarte. Puedes escribir palabras sueltas o frases cortas. Puedes usar diferentes colores o dibujos para representar tus ideas.

Cuando hayas terminado de escribir todas tus respuestas, revisa lo que has escrito y elige las tres más importantes para ti. Las tres que más te emocionen, te ilusionen o te inspiren.

Para cada una de las tres respuestas elegidas, escribe debajo la pregunta: ¿Por qué quiero lograr esto?

Escribe todas las razones que se te ocurran para cada respuesta. Puedes pensar en cómo te sentirías si lograras eso, qué beneficios tendrías, qué impacto tendría en ti o en los demás.

Cuando hayas terminado de escribir todas tus razones, revisa lo que has escrito y elige la más importante para ti. La más poderosa, la más significativa o la más profunda.

Al finalizar este ejercicio, tendrás tres respuestas a la pregunta: ¿Qué quiero lograr en mi vida? Y tres razones a la pregunta: ¿Por qué quiero lograr esto? Estas serán las bases de tu visión y tu propósito.

Por ejemplo, supongamos que tus tres respuestas a la pregunta: ¿Qué quiero lograr en mi vida? son:

Ser feliz.

Ayudar a los demás.

Viajar por el mundo.

Y supongamos que tus tres razones a la pregunta: ¿Por qué quiero lograr esto? son:

Ser feliz: Porque es lo que me hace sentir pleno y realizado.

Ayudar a los demás: Porque es lo que me hace sentir útil y generoso.

Viajar por el mundo: Porque es lo que me hace sentir libre y curioso.

Estas serían las bases de tu visión y tu propósito. A partir de ellas, podrías definir tu misión, tu visión y tus valores.

– Cómo definir tu misión, tu visión y tus valores.

El segundo paso para definir tu visión y tu propósito es concretar tu misión, tu visión y tus valores. Estos son tres conceptos que te ayudarán a dar forma y sentido a tus sueños y a tus razones.

Tu misión es la declaración de tu propósito, el porqué de tu existencia, la razón de ser de tu vida. Es la respuesta a la pregunta: ¿Para qué estoy aquí? Tu misión expresa el impacto que quieres tener en el mundo, la contribución que quieres hacer, el legado que quieres dejar.

Tu visión es la descripción de tu futuro ideal, el cómo quieres que sea tu vida, el destino al que quieres llegar. Es la respuesta a la pregunta: ¿Cómo quiero vivir? Tu visión expresa el resultado que quieres conseguir, el objetivo que quieres alcanzar, el sueño que quieres cumplir.

Tus valores son los principios que guían tu comportamiento, el qué te importa, el cómo quieres actuar. Son la respuesta a la pregunta: ¿Qué me define? Tus valores expresan las cualidades que te caracterizan, las creencias que te sostienen, las normas que te regulan.

Para definir tu misión, tu visión y tus valores, puedes usar las bases que obtuviste en el paso anterior. Es decir, las respuestas a las preguntas: ¿Qué quiero lograr en mi vida? Y ¿Por qué quiero lograr esto?

Para definir tu misión, puedes combinar tus tres razones en una sola frase que resuma tu propósito. Por ejemplo:

Mi misión es sentirme pleno, útil y libre.

Para definir tu visión, puedes combinar tus tres respuestas en una sola frase que describa tu futuro ideal. Por ejemplo:

Mi visión es ser feliz, ayudar a los demás y viajar por el mundo.

Para definir tus valores, puedes elegir tres palabras que representen los principios que te guían. Por ejemplo:

Mis valores son: plenitud, generosidad y libertad.

Al finalizar este paso, tendrás definida tu misión, tu visión y tus valores. Estos serán los pilares de tu visión y tu propósito.

– Cómo alinear tus acciones con tu propósito.

El tercer y último paso para definir tu visión y tu propósito es alinear tus acciones con tu propósito. Es decir, hacer que lo que haces esté en consonancia con lo que quieres y con lo que eres. Hacer que tu vida sea coherente con tu misión, tu visión y tus valores.

Para alinear tus acciones con tu propósito, puedes hacer el siguiente ejercicio:

Toma una hoja de papel y un bolígrafo.

Divide la hoja en cuatro partes iguales.

En cada parte, escribe uno de los siguientes títulos: Misión, Visión, Valores y Acciones.

En la parte de Misión, escribe la frase que definiste en el paso anterior como tu declaración de propósito.

En la parte de Visión, escribe la frase que definiste en el paso anterior como tu descripción de futuro ideal.

En la parte de Valores, escribe las tres palabras que elegiste en el paso anterior como tus principios guía.

En la parte de Acciones, escribe todas las acciones que realizas o podrías realizar para cumplir con tu misión, alcanzar tu visión y vivir según tus valores. Puedes pensar en acciones relacionadas con todos los ámbitos de tu vida: personal, profesional, familiar, social, espiritual, etc.

Cuando hayas terminado de escribir todas tus acciones, revisa lo que has escrito y evalúa si hay congruencia entre lo que haces y lo que quieres y eres. Pregúntate si tus acciones te acercan o:

Te alejan de tu misión, tu visión y tus valores.

Te hacen sentir pleno, útil y libre o te hacen sentir vacío, inútil y atrapado.

Te aportan felicidad, ayuda y viajes o te aportan infelicidad, egoísmo y estancamiento.

Si encuentras que hay congruencia entre tus acciones y tu propósito, felicítate por ello y sigue así. Si encuentras que hay incongruencia entre tus acciones y tu propósito, no te desanimes ni te culpes por ello. Simplemente, reconoce lo que puedes mejorar y haz los cambios necesarios.

Para hacer los cambios necesarios, puedes usar el método SMART, que te ayudará a definir acciones específicas, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Por ejemplo:

Acción específica: Quiero escribir un libro sobre cómo superar los obstáculos de la vida con optimismo y resiliencia.

Acción medible: Quiero escribir 10 capítulos de 10 páginas cada uno.

Acción alcanzable: Quiero escribir el libro en 6 meses.

Acción relevante: Quiero escribir el libro porque es mi sueño, porque me hace feliz, porque ayuda a los demás y porque me permite viajar por el mundo.

Acción temporal: Quiero escribir el libro entre el 1 de enero y el 30 de junio del próximo año.

Al finalizar este ejercicio, tendrás alineadas tus acciones con tu propósito. Estas serán las manifestaciones de tu visión y tu propósito.

En este capítulo, hemos visto la importancia de tener una visión clara y un propósito. Hemos visto que tener una visión clara y un propósito nos ayuda a superar los obstáculos de la vida con optimismo y resiliencia. Hemos visto que tener una visión clara y un propósito nos da una guía, una dirección, una orientación. Hemos visto que tener una visión clara y un propósito nos da un foco, una motivación, una inspiración. Hemos visto que tener una visión clara y un propósito nos da un reto, una oportunidad, una ilusión.

Hemos visto también cómo definir nuestra visión y nuestro propósito. Hemos visto cómo preguntarnos qué queremos lograr en nuestra vida y por qué. Hemos visto cómo definir nuestra misión, nuestra visión y nuestros valores. Hemos visto cómo alinear nuestras acciones con nuestro propósito.

Espero que este capítulo te haya sido útil e interesante. Espero que te haya ayudado a descubrir o aclarar tu visión y tu propósito. Espero que te haya animado a darle prisa al mal paso y al buen paso.

En el próximo capítulo, veremos cómo desarrollar la confianza en nosotros mismos y en nuestras capacidades. Veremos cómo cambiar nuestras creencias limitantes por creencias potenciadoras. Veremos cómo fortalecer nuestra autoestima y nuestra autoeficacia.

Pero antes de pasar al siguiente capítulo, te invito a hacer un breve ejercicio de reflexión. Te invito a responder a estas preguntas:

¿Qué has aprendido en este capítulo?

¿Qué te ha gustado más de este capítulo?

¿Qué vas a aplicar de este capítulo en tu vida?

Escribe tus respuestas en un papel o en un diario. Compártelas con alguien si quieres. Y sobre todo, ponlas en práctica.

Recuerda: al mal paso darle prisa, al buen paso también.

Nos vemos en el próximo capítulo.

Sugerencia:

Dedica tiempo a reflexionar sobre lo que quieres lograr en tu vida y por qué. No te dejes llevar por lo que otros esperan de ti o por lo que la sociedad te impone. Busca lo que te hace feliz, lo que te apasiona, lo que te llena.

Escribe tu visión y tu propósito en un papel o en un diario. Hazlo con claridad, con detalle, con emoción. Usa palabras positivas, afirmativas, poderosas. Lee tu visión y tu propósito todos los días y visualízalos en tu mente. Define tu misión, tu visión y tus valores. Tu misión es tu declaración de propósito, tu razón de ser. Tu visión es tu descripción de futuro ideal, tu destino. Tus valores son tus principios que guían tu comportamiento, tu forma de ser.