Gemma y Tom forman una pareja que decide empezar una nueva vida juntos. Para esto prosiguen a un agente inmobiliario hasta una urbanización en la que todas y cada una de las cosas son idénticas. Tras decidir que no adquieren la casa, se van del sitio si bien por pero que avanzan terminan frente a la casa n.º nueve, y una vez se han quedado sin gasolina se refugian en ella. Al día después aparecerá en la casa una caja con comida y un bebé con una nota, «alimentado y va a ser liberado».


























